28 noviembre, 2009

Juegos en la distancia

Monotonía. La televisión no decía más que tonterías. La música hoy no me despertaba e internet parecía calmado como el mar plácido. Esta noche no saldría porque debía "ser responsable". Un trabajo debía ocupar mi tiempo; sin embargo, mi mente distraída vagaba sin rumbo, a la deriva por la red de redes en busca de algo que me animase. La compañía en soledad ayuda a pasar las tardes y noches de rutina inevitable.


Nos conocimos en aquel chat. Después de escribir algunas líneas en el general, nos dimos cuenta de que necesitábamos estar en privado. Quién sabe si fue casualidad o destino, que parecía que ambos buscáramos lo mismo. Gustos y aficiones dispares, pero una forma en común de afrontar la vida, que es quizás lo más importante. Juegos de palabras y dobles sentidos, muchos jijis y jajas y empezaba a desear estar frente a ti y no frente a una pantalla. Estaba disfrutando y quería más.

-¿Tienes foto?
-Por supuesto.
-¿Me la pasas?
-No sé...
-¿Por qué no sabes?
-Es que hace mucho tiempo que no me hago fotos con la ropa puesta.
-Bueno, entonces es que sí tienes foto :)

Guapo me dice. Preciosa era ella, atractiva parecía. Kilómetros nos separaban, una lástima, pues no podíamos ser irresponsables aunque quisiéramos. Palabras después le dejé claras mis intenciones: Hoy estaba lujurioso y sería capaz de quemarla con la mirada, con los susurros tras su oreja y mi respiración sobre su cuello. Me dijo que se ruborizaba.

-¿Te gusta lo que te digo?
-Sí.
-¿Quieres que siga?
-Sigue.

Piercings en el ombligo y labio. Más de un pendiente por oreja y una sonrisa capaz de parar corazones. Su mirada era natural y su morbo, innato. Ella no disimulaba y eso me encantaba. Le dije que estaba excitado, que ella me excitaba y que, en situaciones normales, en un cara a cara, de mis tentáculos no escapaba.


Le gustaron mis fotos, me decía que también quería más. Pero no debíamos pensar en lo que no podíamos hacer. Debíamos pensar en lo que sí podíamos. Dame tu número, yo te llamo.

La voz era dulce y agradable, pero se la notaba nerviosa. Me dijo que hablara más alto. Que le gustaba mi voz.

-¿Qué estás haciendo?
-Miro tus fotos
-¿Te gustan?
-Me gustas tú.
-...
-Me gustaría llevarte a la cama y hacer que te gustase ser mujer.
-Y yo que lo hicieras.

Le dije que me había quitado la camiseta porque tenía calor. Estaba un poco nervioso, excitado de escucharla y de ser escuchado.

-Me gustaría besarte.
-Hazlo.
-Besarte los labios, acariciar tu cara con la mia, besar tu cuello. Tócame mientras lo hago, quiero sentirte.

Su cuerpo respondía a mis palabras y mi cuerpo se dejaba llevar por la imaginación. Le dije que escuchara atentamente. Acerqué el micrófono del teléfono a la cremallera de mi pantalón y la bajé. Supo identificar el característico sonido.

-¿Cómo la tienes?
-Hoy está muy elegante y recién afeitada. Por encima tiene el vello recortado, pero alrededor está muy muy suave, igual que por debajo. La tengo mucho más grande que hace un rato y juego con ella entre mis manos. Bajé el pantalón y el boxer para no impedirle el movimiento y ahora la tengo erecta y gruesa.
-Mmmmm. Me gustaría probar su sabor.
-A mi me gustaría también probar el tuyo, el sabor de tu entrepierna, tu tacto en mi lengua.

Froté mi polla lentamente hasta llegar a la base. Mi glande estaba fuerte imaginando la preciosa chica saboreándolo, lamiéndolo y besándolo. Mi cuerpo estaba caliente y en tensión, sintiendo el cuerpo ajeno muy cerca, queriendo su calor conmigo. La mano subía y bajaba a lo largo de todo el miembro, tapando el glande y volviendo a desnudarlo en cada pasada. Notaba cómo la polla estaba muy suave gracias al reciente afeitado. Escuchaba a la chica jadear al otro lado de la línea y mi carne mostraba un aspecto firme, turgente y enrojecido.

-Me gustaría penetrarte. Mi polla está enorme. Me gustaría cogerte los talones y separar bien tus piernas para después abrir tu carne con la mía. Me gustaría sacudirte el coño con mi duro rabo, azotarte porque no has sido buena. Me gustaría ponerte a cuatro patas, que follases mi polla mientras me miras con esa cara de zorra satisfecha que se te pone cuando te relleno con mi falo, te pego en el trasero y muerdo tu espalda. Me gustaría ponerte de lado, entrar en tu vagina y abrazar tu cuerpo mientras te digo al oído que eres la mejor, que me encantas y que te lo quiero dar todo. Quiero masturbar tu vulva mientras te follo y quiero que no te cortes, que gimas y grites, quiero oirte.

Escuché su voz entrecortándose a la vez que mis jadeos aumentaban su frecuencia. Le pregunté si había terminado y la respuesta fue afirmativa. Yo quería correrme en sus pechos, bañar sus pezones excitados con mi polla mojada de sus fluídos, metérsela en la boca de chupapollas y terminar con una inyección de semen sobre sus tetas para después besarla mientras extendía mi semen sobre su piel.
Pero eso no podía ser, ella no estaba allí. Le dije que me correría sobre mi barriga y extendería el blanco semen por ella, por mi polla y mis huevos. Y faltaría sólo que ella lamiese la leche como una gata buena.

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6 comentarios:

Cerdi dijo...

Un juego muy sensual desde luego.

Un besote!!!

Nena Stefany dijo...

hola que tal, a travez de un seguidor mio he dado con tu blog y la verdad me ha gustado es por eso que me interesa hacer intercambio de enlaces.
Visita mi blog para cualquier cosa te dejo mi msn sexycharito@yahoo.es

CalidaSirena dijo...

Me encanta ese juego, donde entran a formar parte las palabras, la imaginación y el morbo de no conocerse..
Besos muy dulces

Anónimo dijo...

el ajedrez verbal deriva en carne crocante.

***© BaBy*** dijo...

Algún dia tal vez tendrás mi nº

besos calidos.

Minerva dijo...

Ummm... encantada de conocerte, voy a seguirte a menudo, mientras fantaseo con la foto de tu perfil, el morboso nombre de tu correo.
Saludos,

Minerva